Ahora que estamos en plena temporada de vendimia, miles de toneladas de uva entran en las bodegas para convertirse en los caldos que después disfrutarán los amantes del vino.
Si no has tenido la oportunidad de conocer cómo son esos primeros pasos de su elaboración, quizá no hayas visto la enorme cantidad de residuos naturales que se generan al separar la pulpa del resto de materiales del racimo: la piel -hollejo-, las pepitas y la rama que sostiene los granos denominada escobajo.
Se calcula que para producir dos botellas de vino, se genera una tercera de material sobrante. Los desperdicios del vino son una materia prima natural con un gran potencial para una elaboración respetuosa con el medio ambiente de compuestos químicos necesarios en otras industrias como alimentación, combustibles, detergentes, compostaje, etc.
Pero hoy os presentamos 5 productos que, como el conocido aguardiente de orujo, se elaboran de forma casi artesanal aprovechando los diferentes elementos del racimo de uva.
1. Aceite para cocinar
El aceite de semilla de uva es suave, no tiene olor, y se utiliza frecuentemente para realizar marinados. Admite más temperatura que el aceite de oliva sin llegar a quemarse, algo que aporta muchas posibilidades a la hora de cocinar determinados alimentos.
Rico en vitamina E, ácidos grasos esenciales como omega 6 y procianidinas, ayuda a mejorar la salud del corazón. Como el de oliva, si es Virgen Extra, todavía mejor: el prensado en frío de la pepita mantiene las propiedades hidratantes, antioxidantes y conserva los ácidos grasos intactos.
2. Productos de belleza
La pepita de la uva es una auténtica mina de antioxidantes por lo que es perfecta para la elaboración de productos de belleza y cuidado de la piel como cremas, champús, geles, etc.
Su alto contenido en ácido tartárico y polifenoles le aportan propiedades regenerativas en la piel. Es idóneo para la unificación del tono cutáneo, hiperpigmentaciones y pequeñas cicatrices.
Existen muchas marcas que elaboran este tipo de productos, Skinwine llega desde Andalucía con una amplia variedad en su catálogo.
3. Harina
100% libre de gluten, la harina de pepitas de uva es lo último en el aprovechamiento de este producto natural. La idea llega de EEUU y sus fabricantes aseguran que es perfecta para hacer repostería como galletas o aperitivos salados.
Ofrecen tantas versiones como tipos de se puede obtener: chardonnay, cabernet blanco, merlot, syrah, etc.
4. Infusiones y tés
La piel de la uva se utiliza como ingrediente para la elaboración de infusiones y tés aromáticos. La idea llega también de EEUU de la mano de la marca Sonoma que ofrece diferentes variedades de té helado según el color o tipo de uva: Rosé Iced Tea, Cabernet Iced Tea, Chardonnay Iced Tea, etc.
5. Envases biodegradables
Todavía no se ha hecho efectiva su producción pero La Universidad del Estado de Oregón (EEUU) tiene muy avanzado un proyecto en el que afirman que es posible crear recipientes biodegradables utilizando los desechos del racimo de la uva obtenidos del proceso de elaboración del vino.
Su uso tiene múltiples aplicaciones como por ejemplo, moldes de repostería o la posibilidad de crear macetas para plantas que se pueden enterrar con las raíces ya que a los 30 días desaparecen convirtiéndose en compost.
Fotografías: Republic of Tea, Whole Vine, Skinwine