Saber qué vinos combinan mejor con qué tipos de comidas puede llegar a ser un auténtico arte. Aunque las reglas siempre están para saltárselas, sobre todo si eres de los que tratan de experimentar o descubrir cosas nuevas.
Te proponemos que empieces jugando con relación de contraste o similitud que puede existir entre los sabores del vino y la comida que quieres maridar. Los sabores parecidos pueden llegar a potenciarse aumentando su intensidad. Por el contrario los sabores diferentes u opuestos juegan cada uno su papel generando en el paladar nuevas e interesantes sensaciones.
Por ejemplo, ¿has probado a maridar?…
1. Nachos condimentados & Rosado Gran Feudo
Los rosados combinan bien con los sabores a ajo, hierbas y especias ya que el matiz afrutado del vino contrastan con sabores especiados.
2. Patatas fritas & cavas y vinos espumosos
Las burbujas del vino hacen un interesante efecto de contraste y limpieza al combinarse con el almidón de las patatas fritas.
3. Chocolate Negro & Gran Feudo Crianza DO Navarra
Los vinos con cuerpo procedentes de uvas como Tempranillo o Cabernet Sauvignon van perfectos con el chocolate negro ya que la manteca del cacao conjuga con sequedad de los taninos y la sensación de astringencia del vino.
4. Helado de vainilla & Sherry
Los vinos dulces con matices de frutas, miel y frutos secos son una verdadera delicia en el paladar al completarse con la textura suave de un helado de vainilla.
5. Melón & Gran Feudo Moscatel
Dos sabores distintos que son dulces y frutales, consigues al combinarlos que se aprecie mejor cada uno de ellos alcanzando además una frescura increíble.
A partir de aquí, para platos elaborados algunos consejos que siempre funcionan: las comidas de sabores fuertes combinan mejor con vinos de sabores intensos. Lo mismo sucede con comidas con presencia de sabor ácido, se disfrutan mucho más con vinos con las mismas características de acidez. Más evidente es el caso de las comidas dulces, su acompañamiento con vinos melosos hace que se refuerce su sabor.
Las comidas frías es mejor acompañarlas por vinos ligeros.
Si bien está establecido que los blancos son vinos que se entienden con los pescados y los tintos con las carnes rojas, siempre depende de la variedad, tipo de producto y elaboración: busca tu propio camino y seguro que acertarás
Si vas a disfrutar de una comida en la que esperas combinar diferentes platos con distintos tipos de vino, te recomendamos beber blancos y rosados antes que los tintos y en general vinos jóvenes antes que los viejos. Los vinos secos es mejor disfrutarlos antes que los dulces.