El torno al vino se han construido multitud de historias. Su larga trayectoria y antigüedad ha hecho que forme parte de nuestro pasado, nuestro presente y, sin lugar a dudas, de nuestro futuro. Pero, además de historias, al rededor del vino también se han creado muchos mitos, es decir, opiniones populares con mayor o menos fundamento, pero todas ellas erróneas. Por todo ello, hoy descubrimos los 6 grandes mitos relacionados con el vino.
#1 “El vino mejora con el tiempo”
Muchas personas se equiparan con el vino, diciendo que mejoran con el tiempo. La realidad es que ni el vino ni todas las personas viven esa mejoría con el paso de los años. Por ejemplo, vinos como los ‘gran reserva’ con el tiempo pierden parte de su frescura y acidez, produciendo aromas rancios. En definitiva, el tiempo en este tipo de vinos sólo sirve para apagarlos. Lo mejor, no esperar y disfrutar de ellos en su momento oportuno.
#2 Tintos con carnes, blancos con pescados
En cierta medida este mito puede ser verdad, pero no siempre. El mundo de la gastronomía es tan amplio que nos siempre se cumple esta norma. Armonizar el sabor de los platos no es tarea sencilla, de hecho los sumilleres son los profesionales encargados de buscar el vino oportuno ante el plato escogido.
Pese a que los sabores sean el aspecto que más condiciona la elección de un vino, también entran en juego otros factores como el número de platos que vamos a tomar, la estación en la que nos encontramos e incluso, nuestro estado anímico. Puede parecernos raro, la neurociencia del vino demuestra cómo nuestro cerebro puede alterar el sentido del gusto.
#3 El rosado es cosa de mujeres
Grave error. La realidad y la actualidad está tirando a bajo los cimientos de este mito. Los vinos rosados, por ejemplo, son ideales para tomarlos con verduras propias de esta época primaveral. Pero además, la complejidad y la elaboración de los vinos rosados ha mejorado sustancialmente a lo largo de estos de años, haciendo que este tipo de vinos se haya convertido en uno de los más de moda.
Este vino debe su color al poco contacto que tiene con la piel de la uva en su proceso de vinificación. Lo cuál no significa que su calidad sea menor o sus matices sean menos complejos. Actualmente se elaboran vinos rosados de gran calidad como por ejemplo, nuestro Gran Feudo Rosado.
#4 Los vinos caros son mejores
Probablemente este mito sea uno de los más desterrados, pero siempre es importante volver a recalcar que no tiene nada que ver el precio con la calidad. El coste de elaboración, la producción y su volumen, su calidad… son los principales elementos que influyen en el precio del vino. El sabor es ajeno a estas circunstancias, y no es mejor vino aquel que más vale.
#5 ¿Decantar el vino? ¿Abrirlo 30 minutos antes de tomarlo?
La decantación es un proceso importante para poder disfrutar de todos los matices del vino. Por ejemplo, vinos añejos agradecen un decantando anterior a la toma, ya que esto les sirve para separarse de los sedimentos o posos que puedan tener por permanecer en la botella durante años. Pero ocurre también, que a los vinos jóvenes les viene muy bien el decantado ya que al entrar en contacto con el oxígeno desarrollan su alto contenido tánico, mejorando sensiblemente su sabor.
No obstante, esto no es una norma, el decantar o no un vino debe hacerse con conocimiento de causa, por ello siempre es bueno ayudarse de un profesional en la materia que nos asesore sobre el mejor modo de catarlo.
#6 Los ‘reserva’ son los mejores
Error. Nada tiene que ver el tiempo de envejecimiento que pasa un vino en la barrica con la calidad del mismo. El tiempo no hace mejor un vino como vimos anteriormente, por tanto el hecho de que pase un mayor tiempo en la barrica no significa que su sabor vaya a ser mejor. De hecho la realidad es que podemos encontrarnos con vinos reserva de una calidad exquisita, frente a otros con el mismo tiempo de maduración que no llegan a ese grado cualitativo.