Muchos aficionados al vino creen que para cumplir correctamente con el ritual de apertura de una botella basta con saber cómo funciona el sacacorchos. Pero con frecuencia se cometen errores que ese acto tan especial como es el descorche acabe en un pequeño desastre que estropee la estética del mismo, o lo que es peor, el propio vino.
Te presentamos 7 errores que debes evitar para que ese vino tan especial que vas a consumir tenga el descorche que merece.
1. Tratar la botella de vino como una de zumo
La botella de vino, ni se agita, ni se vuelca, ni se zarandea. Debemos evitar que los posos que pueda tener, o cualquier materia adherida al corcho se mezcle con el vino. Si además la abres frente a invitados, el mimo con el que trates la botella también ayudará a aumentar su expectación ante el “ritual” de apertura.
2. No quitar correctamente la cápsula de la botella
Más de una vez hemos visto quien se ha ahorrado el proceso de quitar la cápsula de la botella sacando directamente el corcho y dejando que ésta se desgarre. Además de que el resultado afea bastante el cuello de la botella podemos provocar que caigan en el interior fragmentos de la cápsula o que el vino gotee al servirse.
Con la pequeña herramienta de corte que hay en el sacacorchos, o con un corta cápsulas, debemos marcar la cápsula justo por encima del relieve del cuello de la botella y quitarla con cuidado.
Hay quien suele retirar completamente la cápsula. Aunque no es en absoluto perjudicial para el vino sí que podemos estropear la estética de la botella.
3. Clavar la espiral del sacacorchos justo en el centro
El eje de rotación de la espiral de un sacacorchos con frecuencia no coincide con el extremo o la punta del mismo. Por eso es preferible desplazar un poco a un lado el sitio donde se inserta dicha punta para que en el primer giro quede el sacacorchos centrado.
Un sacacorchos cerca del cristal de la botella puede desprender alguna viruta que acabe flotando en el vino.
4. Introducir el sacacorchos en exceso
Si atravesamos el corcho con la espiral del sacacorchos es muy probable que la punta deje caer una viruta del tapón sobre la superficie del vino, además de impedirnos realizar el movimiento de palanca correctamente, lo que puede producir que el corcho se rompa.
Por lo general no es recomendable introducir la espiral hasta que dejemos de ver la parte curva; 7 giros del sacacorchos pueden ser suficientes aunque depende de la largura de la espiral, su torsión, y la altura del corcho.
Por el contrario, dejar la espiral a medias puede hacer que el corcho se rompa a la mitad, lo que complicaría bastante la extracción del resto.
5. Forzar el sonido del vacío en la extracción del tapón
El vino no es cava y el forzar cualquier tipo de sonido en su descorche no significa otra cosa que “descorchador” no ha tenido cuidado en que el tapón no se rompa, ni que la botella se agite.
En contra de lo que pueda parecer, es un gesto que afea el ritual de apertura además de que puede provocar que el vino se revuelva o se derrame.
6. No limpiar la boca de la botella antes de servir
Especialmente en vinos antiguos, o que han estado en una bodega con polvo y humedad. Además de ser un gesto elegante de cara a tus invitados, evitarás que el vino arrastre cualquier material indeseado en su salida por la boca de la botella.
7. No oler el corcho ni la botella antes de servir
Aunque sea un mero detalle estético al tomar vino en compañía, siempre es recomendable asegurarse de que el corcho está en perfectas condiciones una vez descorchado, será la señal de que el vino también lo está. En cualquier caso, debemos asegurarnos de que el vino no está picado que no sea nuestro invitado el que nos de la mala noticia.
¿Qué tal si pones en práctica nuestros consejos descorchando una botella de una de las nuevas denominaciones de Gran Feudo? Deleita a tus invitados con una copa y sorpréndeles con una mini-masterclass sobre descorche de vino 😉
Fotografías: Stocklib