El mundo del diseño y la alta cocina ha puesto su punto de mira en un socorrido recurso culinario que en 2015 cumple 205 años: las latas de conserva. El que no pasaba de ser un subproducto o una solución para casos de urgencia, ahora es alabado por nutricionistas así como grandes chefs que lo han colocado en un lugar relevante en el horizonte de la nueva gastronomía.
España es el principal productor de latas de conservas de Europa y tercero del mundo después de EEUU y Japón. Portugal también presume de tener una antiquísima tradición conservera. En Lisboa han abundado las pequeñas tabernas en las que tradicionalmente se ofrecía como tapa una amplísima variedad de conservas de pescado. En España existen locales que sobreviven exitosamente con esa propuesta gastronómica como el Quimet i Quimet de Barcelona.
Pero ese concepto ahora ha sido recuperado en nuevos y modernos locales con diseño minimalista, en los que no existe cocina y la lata de conserva es la reina indiscutible.
Los primeros en modernizar este concepto surgieron con carácter temporal, como el recién cerrado Tincan del Soho de Londres y que pronto espera abrir una nueva edición en Nueva York o Otros los tenemos mucho más cerca y afortunadamente llegan para quedarse. Es el caso de Lata – Barra o Caravela Gourmet en Barcelona, así como el Porrón Canalla de Madrid que sirve las conservas en suculentos bocadillos.
205 años de historia
Cuando aún no existía los sistemas modernos de refrigeración o conservación de alimentos, la lata de conservas supuso un auténtica revolución ya que permitía consumir un alimento en perfectas condiciones pasados meses incluso años después de su envasado. Las latas están hechas de un material ligero, resistente y reciclable. Permiten una hermetismo total protegiendo el contenido de oxígeno, bacterias, luz u otros elementos que pueden alterar el contenido.
Los especialistas en nutrición recomiendan el consumo de productos enlatados de pescado por ser fuente de proteínas de alta calidad, aportar calcio y sobre todo por contener un elevado índice de ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir los índices de colesterol. Y los chefs de la “nueva cocina” no sólo se ensalza el contenido principal de la lata, sino que las salsas, aceites y escabeches en los que se conservan se utilizan para aliñar y dar sabor a otros platos.
No hace falta de salir de casa para disfrutar de este “nuevo” concepto gastronómico. Te sugerimos que invites a unos amigos y montes tu propia cena cool en casa, puedes empezar haciéndote con una buena provisión de conservas de anchoas del cantábrico o mariscos gallegos.
No olvides acompañarlos por uno de nuestros vinos, por ejemplo en nuevo y delicioso Gran Feudo Rueda.