¿Alguna vez te has preguntado por qué las botellas de vino son de 75 cl? Actualmente hay más de 14 tamaños diferentes de botellas de vino en circulación, pero la predominante sigue siendo la de 75 cl.
¿Por qué se ha convertido en la estándar? La verdad es que no hay una respuesta única y hay varios factores a los que puede deberse.
El inicio de las botellas de vino
En los inicios del vino el recipiente más habitual para contener el vino eran tanto pellejos de animales como objetos de barro.
Posteriormente, empiezan a usarse las ánforas de arcilla hasta que descubren las barricas de madera de roble para almacenar el vino.
Hacia el siglo III a.C, con la invención del soplado del vidrio la producción de envases de vidrio, se incrementan datando los primeros recipientes de cristal en esta época.
Sin embargo, hasta 1821 no se comienzan a fabricar botellas de cristal en serie, más o menos como las conocemos hoy.
El formato de botella de 75 cl
Este formato es algo bastante reciente, ya que es en los años 70 cuando se impone esta medida en muchos países. En 1975, la legislación europea sobre envases (Directiva 75/106, posteriormente reemplazada por futuras Directivas) afirmó que el vino sólo podía venderse si estaba envasado dentro del rango que hay entre 50 cl y 1 litro. Esto convertía el formato 75 cl en el único permitido. Estados Unidos hizo lo propio en 1979.
Además, ya en la época colonial, los estándares comerciales apostaron por el formato de 75 cl. Esta adopción se hizo de cara a la exportación e importación de grandes volúmenes de vino. Por ejemplo, los franceses exportarían un barril de 225 litros. Esto era 25 cajas de una docena de botellas de 75 cl.
Otra teoría extendida atañe a la adopción de la técnica del soplado para producir las botellas de vidrio. Se refiere a que la capacidad pulmonar del soplador era limitada obviamente. La fuerza de un soplado podía alcanzar la elaboración de botellas de hasta 750 ml como máximo.
También existe la teoría de que el tamaño de 75 cl era el más apropiado para clientes y viticultores. Para servir 6 vasos de vino de 125 ml cada uno haría falta 750 ml según el estándar habitual de las osterias italianas, antiguas tabernas.
Además, otro de los motivos que explican esto, se remonta a la época del César. En ese tiempo, entre otras muchas medidas, se usaba el acetabalum. Según los estudios, la medida era de aproximadamente 700 ml y, por aquel entonces, la ración diaria de consumo de vino.
Por último, también se dice que el motivo de esta norma es que en la Francia napoleónica del siglo XVIII se estableció que era la cantidad adecuada que un hombre debía beber durante la cena.
¿El tamaño del recipiente del vino afecta a este?
A mayor volumen de vino en una botella, más lento es su envejecimiento. Esto hace que una botella de 75 cl sea muy adecuada para la expresión de los matices del vino. Al tener el oxígeno más reducido que el de otras botellas más grandes, el proceso de evolución del vino se aminora y sus virtudes aromáticas y gustativas se multiplican.
Esperamos que te haya gustado este post y hayas aprendido algo más sobre el mundo del vino. Para terminar te dejamos un link para que sepas la copa perfecta para cada vino.