La cata de vino es el arte de analizar, clasificar y valorar un vino, teniendo en cuenta ciertas reglas y en función de sus características. El fin de una cata es la valoración y no la descripción, aunque muchas veces se puede confundir.
El conjunto o número de vinos a catar variará en función de si estos se tragan o se escupen. Un número entre 7 y 12 es adecuado si los catadores son expertos e ingieren los vinos. Para catadores novatos no debería sobrepasar los 5 o 6 vinos si se van a ingerir. Sin embargo, si no se ingieren se pueden degustar entre 50 y 100 vinos, dependiendo de la experiencia del catador.
Una vez explicado qué es una cata de vino, vamos a hacer una clasificación de los tipos de catas de vino.
La cata a ciegas
Una cata a ciegas se da cuando los catadores desconocen cualquier información sobre dicho vino. Se cubre la botella y el catador debe puntuar el vino sin ver nada que lo pueda influenciar a la hora de realizar la puntuación. Esto se hace para evitar que los catadores se vean influenciados por la bodega, zona, añada o alguna de la información que incluye la etiqueta. Se apunta de cada vino la experiencia obtenida y, además, se intenta averiguar la añada, el tipo de uva, la procedencia, etc.
Existe mucha controversia respecto a esta cata. Por un lado, hay quien opina que es la manera más imparcial y objetiva de examinar un vino. Por otro lado, hay quien cree que la etiqueta del vino puede aportar una información muy válida a la hora de realizar un análisis más riguroso.
La cata horizontal
En este caso, se trata de catar vino de la misma añada. Puede ser de la misma bodega o no, pero debe pertenecer a la misma denominación de origen o tener el mismo tipo de uva. Con esta cata se pueden valorar muy bien los métodos de elaboración empleados y la calidad de la uva.
La cata vertical
En una cata vertical se prueba un mismo tipo de vino, pero de distintas añadas de una misma bodega. Es un método muy útil para ver la evolución del vino y cómo fueron las distintas cosechas.
La cata geográfica
Esta se definiría como una cata en la que se degustan vinos de una misma zona geográfica, pero de diferentes productores y añadas. Podría considerarse una variante de la vertical.
La cata histórica
En esta ocasión, se trata de catar vinos diferentes y de distintas añadas. En este sentido puede ser tanto de una misma Denominación de Origen como de una sola bodega. El objetivo sería ver la evolución de sus vinos.
La cata técnica
Si la cata es realizada por un profesional como puede ser un enólogo, un sumiller o un periodista especializado, se puede decir que se trata de una cata técnica. En esta se elabora una ficha técnica en la que se evalúan aspectos tales como la vista, el olfato y el gusto de un vino.
La cata comercial
Si en la cata participan aficionados para dar su opinión sobre uno o varios vinos por iniciativa de una bodega, una distribuidora o de una tienda se denominará cata comercial.
Estos no son los únicos tipos de cata que hay, hay tantos como uno desee. Por ejemplo, se pueden proponer en función de los tipos de vinos, de variedades, de autor, etc.
Para terminar, te dejamos un post, para que conozcas las diferentes fases de la cata que existen.